«Considerando que está en estudio el nuevo el Plan de Uso y Gestión del Parque Natural de las Fuentes del Narcea, Degaña e Ibias, varias veces anulado, me permito, con toda humildad, pero con firme convencimiento y gran esperanza, pues confío en la buena fe de la administración pública, invitar a las autoridades del Principado a reflexionar y a realizar el nuevo plan. Hay que partir de un diálogo franco y sin reservas con los ciudadanos, propietarios e interesados para, entre todos, buscar propuestas que permitan una utilización racional de los recurso naturales; disminuir el yugo de la “autorización para todo”; facilitar fórmulas para la implantación de nuevas infraestructuras de comunicación y tecnología, que permitan la llegada e implantación de nuevas empresas y actividades; negociar en la Unión Europea para que, dentro del concepto de cofinanciación de la conservación, se incluya en primerísimo lugar la compensación a los propietarios y titulares de derechos previamente consolidados en estas áreas, por los servicios ecosistémicos que brindan a la sociedad, a costa de sus patrimonios particulares, cuyo uso y rentabilidad se ha restringido. Esto y una visión moderna y actualizada de la conservación, además del apoyo a los emprendedores, con la reducción de la burocracia y agilización de los procedimientos, quizás nos permitiría ver el resurgir de Cangas del Narcea, donde muchos jóvenes no piden subvenciones, sino oportunidades». Este es un fragmento de un nuevo artículo de opinión en la Nueva España.
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