“Llevo más de treinta años defendiendo, como abogada, a afectados en toda España por una política medioambiental de naturaleza expropiatoria, restrictiva de derechos sin compensación, de naturaleza exclusivamente coercitiva y sancionadora, que rechaza, aunque la ley lo exige, la colaboración en la elaboración de las normas y en la conservación, de los dueños y de quienes habitan, conocen y tienen intereses en estas zonas y han obtenido el nivel de conservación que hoy disfrutamos.
…He defendido muchos de los montes que estos días han ardido sin remisión, como la yesca, esos mismos montes en los que la Administración ha prohibido a sus dueños desde hace décadas, cualquier aprovechamiento.
La advertencia sobre este riesgo se viene haciendo también desde hace décadas, pero este discurso no entraba en la tendencia social de moda en el mundo urbano ni en el lenguaje políticamente correcto que propugna la protección ambiental extrema. Aun así, consta en múltiples escritos y demandas”.
Ver noticia