“La administración no puede ser la mayor depredadora de empresas, ni ser cómplice del engaño para no pagar los daños, por loque hago un llamamiento a instituciones públicas, a funcionarios con conciencia y conocimiento, que son muchos, para quebusquen solución a esto. Hoy puede ser cualquier pequeña empresa la que piense en irse a otro lado, pero mañana estas tierras,que un día fueron ricas y dieron trabajo a muchos españoles, vivirán en la decrepitud y miseria”.

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LA NUEVA ESPANA