“Los problemas que plantean los agricultores europeos los sienten los españoles más agudizados y no solo por los tratados de libre comercio, que les obligan a competir con quienes no sufren las limitaciones impuestas en Europa. Durante las últimas décadas se ha ido atando de pies y manos a nuestro sector primario, aumentando sus costes con exigencias de supuesta protección ambiental, que les hacen imposible mantener la rentabilidad”. Es una de las argumentaciones de Pilar Martínez en este artículo de opinión de Expansión sobre la excesiva regulación medioambiental sin que esté avalada por estudios rigurosos.
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